En un lugar entre el cielo y la tierra se alza un pueblo mucho más antiguo que el firmamento. Un Imperio donde no existe el tiempo ni el espacio, dónde la magia , la calma y la perfección; equilibran esta atmósfera en la que miles de seres de la luz son gobernados por la diosa Eva. Este lugar es conocido cómo "Pueblo de Holma", y en el centro de este Imperio, surge el "Templo de la Congregación". Las paredes pintadas de un blanco inmaculado están decoradas con relieves de oro por artesanos de otro mundo. El aire; que no existe, tiene un aroma a jazmín y madreselva. Dentro de este templo irradia una paz absoluta. Y en el centro hay una plataforma desde la que Eva se dirige a sus seres cuando los convoca. Eva flota en el aire en el centro de esta plataforma en su forma de mujer. Ella es la criatura más hermosa y sabia del universo. Su rostro irradia la más absoluta paz, mientras concentra toda su energía con los ojos cerrados llamando a sus hijos....
Cuando terminó la clase Lisa echó a andar con paso decidido hacia la salida mas cercana, aquel ser le había dicho que volvería y no estaba dispuesta ha esperarlo allí. Iba caminando entre el gentío de estudiantes cuando oyó que alguien la llamaba.
- ¡No puedo creer lo que has hecho!-exclamó la rubia que se había sentado junto a ella en clase de historia-. Por cierto, me llamo Noa.
Había llegado junto a ella como un torbellino y ahora la arrastraba hacía la salida. Lisa la miró despreocupada, no quería que pareciera que le estaba dando importancia a sus palabras, ya la convencería en otro momento de que lo que había visto solo había sido algo casual.
-Encantada de conocerte-le dijo mientras se soltaba disimuladamente de su brazo-. Lisa de soja.
Mientras cruzaban el campus Lisa se fijó en que algunas chicas saludaban a Noa al pasar y la mayoría de los chicos la miraban, lo cual quería decir que era bastante popular.
-¿Vas a contarme como lo haces?- le dijo bajando la voz.
-¿Que es lo que hago? No se a que te refieres.
-Vamos, te he visto hacerlo. Es magia-.sonrió.
"¿Magia?" ¿acababa de escuchar la palabra "magia", o eran imaginaciones suyas?
-Disculpa, tengo algo de prisa-le mintió.-Es la primera vez que tomo el autobús de regreso a casa y no me gustaría llegar tarde.
El simpático rostro de Noa se pus serio. ¿Qué esperaba que le dijera? pensó Lisa. Que era de otro planeta o algo por el estilo. Eso precisamente era lo que pensaban todos en su antiguo instituto. Apresuró el paso dejándola tras ella.
-Debe de ser horrible-le dijo. Lisa paro de caminar al escucharla y se dio la vuelta. "¿Horrible?", pensó observándola de arriba a abajo. "¿Acaso ella sabía lo que ocurrió después de contarle a la que se suponía que era su mejor amiga que podía ver seres iridiscentes?" No, se dijo, no lo podía saber. Ni tampoco podía saber como se había sentido cuando empezaron a aparecer sus memes por todo el instituto.
-No conocer a nadie...,no saber como llegar a los sitios.
-Si,... yo... -contestó dejando la boca abierta y cogiendo aire al tiempo que buscaba las palabras adecuadas para no explotar-... cuesta bastante adaptarse.
Lisa siguió su camino esperando que la dejara tranquila de una vez, pero ella la siguió. Todos decían que era anti-social, pero...¿Por qué no se metían en su vida? Ella intentaba ser lo mas social y lo mas normal y amable que se podía ser, pero parecía que todo el mundo a su alrededor se ponía de acuerdo para ponérselo difícil.
-Deberías conocer a Anita...-continuó hablándole con voz risueña mientras la seguía-... ella dice que somos brujas, pero yo no lo creo así...
"Brujas". No existían las brujas como tampoco existía la magia, y mucho menos, perfectos seres de otro planeta que brillan y son guapísimos, se repitió Lisa mentalmente. Ella simplemente tenía un poco de suerte y utilizaba toda la energía de la naturaleza, la comprendía, y la controlaba a su antojo, aunque sin saber como lo hacía.
-Me tengo que marchar-le dijo intentando ser lo mas amable posible y esta vez le lanzó una mirada que no admitía réplica.
-Vale, nos vemos mañana en el insti, pero...-su rostro volvió a pasar de la alegría a la preocupación.
-¿Pero que?-le preguntó Lisa intrigada.
-Nada... solo es que... tengo un mal presentimiento.
Lisa alzó una ceja esperando una explicación.
-Veras...,el lugar donde te has sentado es de Anita, te iba a pedir que te sentaras en otro ... pero...
-No hay problema.
-No. El problema es que Anita no ha acudido a clase-movió la cabeza en un gesto de negación-y no es normal. Ayer estuve con ella y estaba muy ilusionada.
-No te preocupes, seguro que estará bien.
El autobús llegó y Lisa se despidió de Noa y se apresuró a subirse. Se sentó junto a un estudiante que la miró nervioso al ver que quedaban muchos asientos vacíos y ella se decidió por sentarse junto a él. No le importo, al menos si ese ser aparecía no podría sentarse junto a ella. Miró por el cristal y vio que Noa seguía allí con el ceño fruncido. Se sintió fatal por haberla tratado de esa manera tan...¡Por todos los cielos! ¿Era su imaginación o el destino se estaba burlando de ella? o...,¿eran ambas cosas a la vez? Noa había levantado el brazo para decirle adiós con la mano cuando el autobús se puso en marcha. Y allí, en la palma de la mano tenía la misma marca oscura de nacimiento que a Lisa también tenía y le avergonzaba tanto.
Anita se dio la vuelta en la cama, abrió los ojos, parpadeó un par de veces y volvió a cerrarlos. El sueño la vencía pero sentía que alguien la observaba desde la oscuridad de la habitación, pero estaba claro que allí no había nadie. Los monstruos solo existían en los cuentos de terror. Cogió el edredón y se cubrió la cabeza. Estaba empapada en sudor pero sentía un frío terrible. Su cuerpo ardía en fiebre desde hacía algunos días y las pesadillas la atormentaban. Aún así, el sueño la venció de nuevo dejándola profundamente dormida.
Desde las sombras de la habitación los ojos de Aarón no dejaban de observar pacientemente a Anita. Esperaba a que se durmiera para alimentarla con su propia sangre por vía intravenosa. Maldito Lucan, pensó. Ni tan siquiera se molestó en borrarle los recuerdos la noche que la mordió. Lo tuvo que hacer él mismo cuando la llevó a su casa, y no le costó poco, porque aquella bruja tenía una mente brillante. De no ser por él, ella estaría muerta. Aunque quizás hubiese sido lo mejor, pensaba Aarón mientras escuchaba los latidos de su corazón cada vez más débiles. Se estaba muriendo. Lucan le había arrebatado su vida mortal, pero él había vuelto aquella noche al callejón cuando Lucan se hubo marchado para darle una segunda oportunidad, desde entonces iba a alimentarla cada noche y penetraba en sus sueños. en sus recuerdos, en su inocencia...
Anita se destapó al darse la vuelta en la cama y dejó su cuerpo desnudo al descubierto. La luz de la luna llena hacía brillar su piel. Aarón apretó la mandíbula conteniendo el deseo de tomar su cuerpo. La sangre le hirvió en las venas al verla casi desnuda, tan tentadora...,tan dulce... Apretó mas los dientes reprimiendo su deseo. ¿Por qué tenía que ocurrirle aquello?,¿Porque volvió a aquel callejón? Aquella noche pudo sentir el dolor de Anita. Su mente viajó hasta allí y la vio tirada en el suelo. Todo ser inmortal estaba destinado a otra criatura. Decían que eran almas gemelas, que cada uno podía ver y sentir lo que veía el otro, pero Aarón jamás había encontrado a una compañera de raza, ni lo haría. Él era un guerrero del consejo y los guerreros no se podían permitir el cuidado de una hembra. Además, ella no podía ser su compañera por destino, era una bruja, y también demasiado joven. Y para colmo, Lucan la había mordido y podía reclamarla como su esclava. Se preguntó cuanto tiempo necesitaría para volverla inmortal, para explicarle su condición , y para abandonarla.. Él no necesitaba a una compañera de raza, si era ella la dejaría libre en cuanto estuviera bien. Sacó la jeringuilla del bolsillo de su pantalón y la llenó con su sangre. Acercó un sillón a la cama y tomó asiento. Le inyectó su sangre y se centró en el rostro de ella; estaba pálido, sus labios estaban amoratados y la marca de su cuello estaba muy rojiza.
Ella jadeó en sueños y después sus facciones se suavizaron más. Él le cubrió el cuerpo con el edredón y apartó unos mechones de su rostro. Sentía la necesidad de besarla antes de marcharse pero tenía que contenerse. Aquello no le iba a costar poco esfuerzo pero con paciencia lograría abstenerse de aquella mujer. La visitaría cada noche hasta que se recuperase y después se alejaría de ella como un buen guerrero del consejo.
Lisa bajó del autobús en la ultima parada. Había recorrido todo el trayecto tranquila; el ser no había aparecido. Pero no había podido dejar de pensar en aquella chica. ¿Era realmente cierto todo de lo que le había hablado? Es decir, creía que la magia existía y ella y su amiga se consideraban brujas. ¿Quería ser su amiga realmente, o solo se acercaba a ella por la curiosidad de ser la chica nueva?
Luz alzó la mano indicándole donde se encontraba. Estaba de pie junto al vehículo e iba impecablemente vestida, con un traje de corte italiano color rojo, y el cabello rubio platino recogido en un moño. la mitraba tras sus oscuras gafas de sol. Le hizo una señal indicándole donde se encontraba y Lisa se dirigió allí.
En el trayecto de vuelta a casa, Luz estaba mucho mas calmada. Lisa le contó que había conocido a Noa y poco mas. Pero cuando llegaron , Lisa supo que las cuatro estaban preparadas para un interrogatorio.
-No te vas a librar de contarnos como ha ido tu primer día de instituto.
Fue Jazmín la que habló primero, y después se dejó caer en el grandísimo sofá de cuero negro, dando una palmadita sobre este para invitar a Lisa a que se sentara junto a ella. Por un momento a Lisa se le ocurrió cruzar el salón e ir directa a su habitación, pero en la escalera estaba Bleda con su inquietante mirada fija en ella. Hubiera jurado que Bleda no se encontraba allí cuando ella entró por la puerta, pero allí estaba. Cortándole el paso y con una caja de metal en las manos, y haciéndola sentir increíblemente incomoda. Luz ya se había sentado junto a Jazmín y la miraba impaciente. Casandra también dejó sus ordenadores para girarse y mirarla. está bien, pensó dejando la mochila en el suelo en señal de rendición. Se dirigió al sofá, se sentó donde Jazmín la había invitado a sentarse momentos antes, se quitó las botas, y se quedó sentada sobre sus pies. Miró a su alrededor y vio que las cuatro la miraban esperando a que les contara algo interesante. Jazmín a s lado, Luz al lado de Jazmín, Bleda enfrente, y Casandra a su derecha todavía sentada en su silla giratoria.
-¿No tenéis que ir a trabajar?-preguntó cuando el silencio se volvió incomodo.
Se fijó en que ya habían cambiado la lámpara de cristal que se había roto aquella tarde.
-Nos hemos tomado el día libre.
Fue Bleda la que contestó, después estiró su cuerpo en el sofá quedándose boca arriba, mirando algún punto inexistente en techo, con total indiferencia.
Casandra abrió la caja de metal que Bleda había dejado sobre la mesita que estaba entre los dos sofás, y Lisa contuvo un suspiro al ver que estaba llena de esmaltes para las uñas. Luz y Jazmín se incorporaron a la vez para elegir uno, como si aquello fuera la mayor de sus preocupaciones. Jazmín optó por uno de color negro y miró a Luz y a Casandra esperando su arrobación.
-Ese es genial para ella-dijo Luz tomándole la mano a Lisa.-. Deja que las lime un poco.
Bleda también se incorporó en el sofá, escogió un esmalte de color rojo sin pensárselo y empezó con su manicura. En cuestión de segundos todas estaban muy concentradas. lisa se sintió extraña, sentía que no encajaba allí. En realidad, se sentía así desde que su abuela murió. Pero al mismo tiempo le daba la sensación de que pertenecía a aquella casa. era como si siempre hubiese pertenecido allí, y por alguna broma del destino la hubieran apartado de aquel lugar. ya se había acostumbrado al carácter de Luz, que tenía que planificar hasta la lista de la compra. casandra parecía que vivía en algún lugar del ciberespacio, siempre pendiente de sus pantallas, como si el resto del mundo no tuviese que ver con ella. Jazmín, irresponsable y alocada, como si siguiera en la adolescencia. Y Bleda...,bueno, Bleda era un poco..., mas misteriosa que las demás. Lisa todavía no entendía su carácter, pero sospechaba que tras esa lengua afilada y esa mirada inquietante, algo bueno tendría que tener. Aunque todo allí era bastante misterioso: los innumerables almendros quemados del jardín, la belleza que poseían
-¿Que te trae tan pensativa?-Fue la tranquila voz de Casandra la que la sacó de sus pensamientos.
-Nada-respondió alzando los hombros.
Después dejó la vista perdida en sus uñas, la verdad era que le estaban gustando bastante como quedaban sus manos con las uñas pintadas de color negro. Pensó que quizás mientras algunas familias, o la gran mayoría de ellas, se reunían para comer o cenar, ellas lo hacían para...¡Un momento! Pensó arrugando el ceño. desde que había llegado allí, no las había visto comer. es mas, parecía que ni tan siquiera abrían la nevera, porque a excepción de lo que ella comía, todo estaba siempre en el mismo lugar. Otro misterio sin resolver, pensó apoyando la espalda en el sofá y mirando al techo. Era todo tan...,¿complicado de entender? Del alto techo colgaban lámparas de cristales rojos magníficamente tallados: Los muebles, de estilo victoriano, parecían hechos en esa misma época, aunque se encontraban en perfecto estado. Todo el suelo estaba cubierto de alfombras orientales que parcial carísimas, y de los enormes ventanales colgaban cortinas de terciopelo de color carmesí ocultando durante todo el día la luz del sol...
-¿No quieres compartir tus pensamientos en voz alta?-preguntó Jazmín, pero antes de que Lisa respondiera, bleda lo hizo por ella.
-No creo que sea su nueva amiga la que ocupa sus pensamientos.
¿Cómo podía estar al corriente? Ella todavía no había abierto la boca desde que había entrado por la puerta, y aunque se lo había contado a Luz en el camino, esta no se había movido de su lado.
-¿ya has conocido a alguien?-preguntó Casandra.
-tiene una amiga-informó Luz.
-¿Y cómo es?-siguió peguntando Casandra.
-Es...-Lisa abrió la boca, pero lo pensó otra vez. Apenas había hablado con ella, no sabia como era. Esta vez fue Luz la que habló con ella recatándola.
-Es Noa Roger- la sobrina del inspector Roger. Vive con él desde el accidente de sus padres.
Todas miraron a Luz curiosas y escondiendo una risa, estaban a punto de añadir algo, pero Luz las cortó poniendo cara de póker y cambiando el tema de conversación.
-También le preguntaron en clase de historia, y conocía toda la lección.
-¡Maravilloso!-la felicitó Jazmín-. Pero dinos...¿No has conocido a alguien interesante?
lo dijo guiñándole un ojo y arrastrando las palabras con suavidad. Lisa puso los ojos en blanco. ¿Qué se suponía que hacía a una persona interesante? que era un chico guapo, que brillaba, o que nadie lo podía ver excepto ella...
-Quizás sea Dimitri quién le interese -todas fulminaron a Bleda con la mirada ante su sátira-,. He oído que se interesó por él. Además, ¿Por qué tiene que ser un hombre quién ocupe sus pensamientos? dinos Lisa...
Bleda levantó la vista de su manicura y se dirigió a ella mirándola a los ojos por primera vez.
-¿Te ha ocurrido algo interesante que nos quieras contar?
Lisa abrió la boca, pero la volvió a cerrar. los nervios de su estómago se tensaron. ¿Cómo sabía eso Bleda? La miraba fijamente como si supiera todo lo que le había ocurrido; que había hipnotizado a su profesor, que la chica de al lado se había dado cuenta, que en lugar de salir corriendo y contárselo a todo el mundo, quería hacerse amiga de ella...¡No!¡Era imposible! Bleda no podía saber todo eso, lo único que Bleda podía saber, era lo que ella misma le había contado a Luz.
-Ha sido todo bastante aburrido-dijo al fin. todas la miraron decepcionadas así que añadió- Bueno..., Noa tiene la misma marca de nacimiento que yo.
-¿Que...?
-¡¿Qué tiene que?!
-El circulo oscuro-contestó.
luz que estaba terminando su manicura le dio la vuelta a su mano. Todas se incorporaron para mirar su marca.
-¿Tres círculos?
-¿La luna?
-¡Relámpagos!
-¿Cómo es posible?
-...¿Qué marca tiene Noa?
las cuatro dispararon las preguntas a tal velocidad, que Lisa no supo quién preguntaba qué.
-¡Por los rayos de Eva!-exclamó Luz- . Eres una hechicera.
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